Usa tanto la imaginación de la mente para ver, como el soñar del corazón para sentir. No tengas ninguna expectativa. Sólo sé un niño y juega con las posibilidades. Si tu experiencia es real, pronto lo sabrás. Recuerda lo que dijo Jesús: "A menos que seáis como niños, no entraréis en el reino de los cielos".

Tú eres un increíble hijo/hija de Dios teniendo un sueño de que eres un ser humano en un pequeñito planeta en medio de la nada. ¿Qué sucederá cuando recuerdes quién eres realmente? Eso es algo que sólo tú puedes saber.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Los tres dias de oscuridad y las señales más importantes de las diversas profecías


- Se verá un rayo, una luz roja, nubes rojas, espectáculo visual, o cometa, y esto será la señal de que vienen los días de oscuridad. Un viento helado abrazará el planeta, a unas cuantas horas de comenzar.

- Tres cuartas partes de la población mundial no terminarán con vida.

- Ningún aparato electrónico funcionará, sólo velas podrán ser encendidas (fuego)

- Abra pestilencia y peligros fuera del hogar. Pestilencia provenientes del “infierno”. Será posible ver horribles seres deformados por el tiempo, que parecerán monstruosos y peligrosos, pero que podrán ser destruidos fácilmente. Solo el miedo (que estos seres utilicen en nosotros) podrá ayudarlos a ocasionarnos daño. El umbral se abre, los planos se juntan.

- Tiempo de estar tranquilo, de confiar en si mismo, de bajar el ritmo cardiaco y cualquier alteración emocional dominar la mente y sus miedos, recordar que estamos preparados para esta prueba.

martes, 29 de noviembre de 2011

La astrología y las leyes del universo

Pedro González Silva
pgsilva@cantv.net

Hay muchos planos que no conocemos, pero entendiendo las leyes del universo, mucho de lo que de otra manera sería incomprensible, se hace claro a nuestra conciencia. Por eso, conocernos a nosotros mismos nos abre las puertas para un conocimiento superior que podemos interpretar a través de la astrología

Pedro González Silva

La astrología integra el estudio del macrocosmos universal y el microcosmos que es el ser humano. Al determinar ciertos aspectos que se producen en el cielo, el astrólogo es capaz de interpretar el momento que cada individuo está viviendo.

A su vez, al interpretar cada momento individual, el astrólogo verifica día a día la total sincronicidad entre el ser humano y el universo, y ello le lleva a adentrarse en el estudio de las leyes del universo, con cuya comprensión puede tomar el dominio de su vida y ayudar a los demás a que hagan lo mismo.

Buscando en tu propio ser puedes llegar a entender el universo, así como tú funcionas, así funciona él. Cada decisión tuya es una manifestación de un momento cósmico, y cada momento cósmico se refleja en un hecho humano. Cada deseo tuyo es un hecho en potencia que se gesta en el universo, pero debes dejar que fluya y dejar que el universo, dentro de su infinito abanico de posibilidades, manifieste tus anhelos. Somos el microcosmos en total comunión con el macrocosmos. Veamos ahora, cuáles son las leyes del universo.

TODO ES MENTE

El primer principio universal nos indica que “todo es mente; el universo es mental”. Cada pensamiento nuestro es un suceso en potencia. La historia ha demostrado que cada sueño de la humanidad se ha tornado en realidad. Cuando Julio Verne imaginó el viaje a la Luna, muchos seguramente pensaron que tal cosa sería imposible de realizar; el “Frankenstein” de Mary Shelley, podría ser una realidad con el avance de la ingeniería genética.

No debemos tomar nuestros pensamientos a la ligera, porque estos serán posteriormente la manifestación de una realidad. Si nos cargamos de ideas negativas, estas vendrán a nuestra vida en forma de sucesos, en cambio, si aprendemos a utilizar el pensamiento positivo, la visualización creativa, estaremos en el camino de hacer realidad nuestros deseos.

Esta primera ley universal, expresada en el libro sagrado “El Kybalión”, explica que todo el mundo fenomenal o universo, es una creación mental del Todo, en cuya mente vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser.

COMO ARRIBA ES ABAJO

El segundo principio universal es el de correspondencia y que se traduce en la ya célebre frase: “Como es arriba es abajo y como es abajo es arriba”, y que señala que así como funciona el universo, así funcionamos nosotros, que cada parte de nuestro organismo tiene su correspondencia en el universo.

Así podemos encontrar analogías tales como que los ciclos de la Luna se corresponden con el ciclo menstrual de la mujer, o que la duración del movimiento de precisión equinoccial del Sol, que dura 25.920 años, se corresponde con el número de veces que respiramos en un día, es decir, un total de 25.920 veces. El ciclo de Saturno, por su parte, se corresponde con etapas muy marcadas en el ser humano, y que van de siete en siete años: a los siete se adquiere el uso de razón, a los 14 se es adolescente, a los 21, mayor de edad, y a los 28 entramos en la madurez.

Al respecto, “El Kybalión” nos dice que hay muchos planos que no conocemos, pero entendiendo la ley de correspondencia, mucho de lo que de otra manera sería incomprensible, se hace claro a nuestra conciencia. Por eso, conocernos a nosotros mismos nos abre las puertas para un conocimiento superior, y a la vez, estudiando el universo, podemos conocernos a nosotros mismos.

TODO VIBRA

El tercer principio nos dice que “nada está inmóvil, todo se mueve, todo vibra”. Esta ley, expresada hace ya miles de años, ha sido comprobada hoy día por la física quántica. Todo vibra, sólo que no todos vibramos con la misma intensidad, hay vibraciones más densas y hay más sutiles. Las más densas se manifiestan como cuerpo físico visible, y las más sutiles no las percibe la vista, pero existen, son tan reales como las del mundo visible.

La ley de vibración nos explica porqué cada cosa que existe en el universo tiene un determinado efecto en nosotros y viceversa. No somos seres aislados, estamos interconectados unos con otros y con todo lo que existe en el universo. Los planetas influyen en nuestra vida y cada uno vibra en correspondencia con nuestro organismo, con nuestros chakras, con nuestras glándulas endocrinas, y cada deseo nuestro es una vibración que el universo recibe para ser materializado de alguna manera.

LA DUALIDAD

Otro principio es el de polaridad o dualidad. Al respecto, “El Kybalión” nos dice que “todo es doble, todo tiene dos polos, todo su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son semiverdades; todas las paradojas pueden reconciliarse”.

En este mundo todo es dualidad: amor-odio, frío-calor, alegría-tristeza, luz-oscuridad, bondad-maldad y así sucesivamente. Sólo aquel que experimenta la tristeza es capaz de disfrutar y entender la alegría. El odio es una baja vibración que al elevarla conduce al amor.

Nadie es totalmente bueno o totalmente malo. Mientras más pura se presente una persona ante el mundo, más intensas son sus bajas pasiones, mientras más perfeccionista, más imperfecciones tiene. En un mundo dual hay que aprender a vivir en equilibrio, en armonía interna, integrar nuestro lado oscuro a nuestro lado luminoso en un solo ser, único e inigualable, que somos cada uno. Jesús buscó a los pecadores y de ellos pudo extraer las más hermosas virtudes. El cielo y el infierno están en nosotros. No hay planetas “maléficos” o “benéficos”, signos “buenos” o “malos”, cada uno es como es, y la inclinación hacia lo positivo o lo negativo se la da el ser humano con su libre albedrío.

EL RITMO

El principio del ritmo señala que “todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso; todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha es la misma que de su movimiento hacia la izquierda, el ritmo es la compensación”.

Este principio nos indica que todo en el universo tiene su compensación, a un mal momento le sigue sin duda uno bueno, y viceversa, vivimos en un constante flujo y reflujo, al entusiasmo le sigue el decaimiento y al decaimiento el entusiasmo, hay siempre una acción y una reacción.

Por eso la vida no avanza linealmente, sino de forma circular, avanzando en espiral, al igual que lo hacen los planetas, por eso hay ciclos en la vida que se repiten, pero podemos adquirir experiencia para que en cada ocasión haya una evolución, hasta que cerremos el ciclo.

ACCIÓN Y REACCIÓN

Toda acción genera una consecuencia. Eso es lo que llamamos “karma”. Es importante tomar conciencia de nuestras acciones y visualizar siempre qué efectos pueden generar, muchas veces actuamos inconscientemente y cuando recibimos las consecuencias de nuestros actos, nos preguntamos: “¿Por qué me pasa esto a mí?”

En astrología, podemos estudiar el karma a través de los nodos lunares, que en nuestro mapa astrológico nos indican nuestras energías del pasado y la misión a cumplir en esta vida, el karma que debemos trascender.

EL SECRETO DE LA CREACIÓN

La ley de generación señala que “todo tiene su principio femenino y masculino, la generación se manifiesta en todos los planos”. Explica “El Kybalión” que esto es verdad no solamente en el plano físico, sino también en el mental y espiritual. Todo tiene dos polos, la unión de lo femenino y lo masculino es el principio de la creación, y en astrología esa unión se representa a través de Venus y Marte.

El polo masculino está representado en nuestra mente consciente que pone la semilla del pensamiento, y el polo femenino es nuestra mente subconsciente, que es la que recibe esa semilla y hace que germine y se manifieste, y es así como nuestros deseos se materializan en hechos concretos. Volvemos al punto de partida: todo es mente...

Pedro González Silva
pgsilva@cantv.net


www.astrologia.org

sábado, 26 de noviembre de 2011

El aprender a escuchar nuestro cuerpo

En este contenido vamos a referirnos a la importancia que tiene el aprender a escuchar nuestro cuerpo.

Para aprender a escuchar el cuerpo primero que nada necesito tener conciencia de cómo soy, es decir qué pienso, qué siento y cómo actúo, cómo vivo: sexo, edad, lugar en el que vivo, tipo de clima, actividad laboral, si soy soltero o vivo en pareja, si vivo en casa o departamento, en la ciudad o en el campo, comprender mi historia personal y familiar, si tengo una vida social intensa o no, mis características psicológicas y emocionales, qué como y cómo como, si hago actividad física y si así fuera cuál, si hago actividades expresivas, si tengo una vida sexual activa o no.
Profundizando más para conocer mi cuerpo necesito saber si estoy en primavera, verano o invierno, ya que dependiendo de cada estación mis órganos y mi psiquis van a funcionar distintos, ya que cada época del año tiene que ver con ciclos dentro de la naturaleza que permiten estados diferentes. Por ejemplo el otoño es un período de descarga, por algo las hojas caen de los árboles, y en nosotros ocurren descargas similares.

El estómago, el páncreas y el bazo son los órganos más afectados en esa época, además comienza un tiempo de meterse hacia adentro con lo cual el sentimiento de introspección y nostalgia es más fuerte; el invierno tiene que ver con la quietud, con el silencio hay un meterse para adentro más hondo y eso conlleva a una situación anímica determinada que afecta el funcionamiento de nuestro estado general. Es decir, cada estación, con sus características y diferencias, genera en los seres humanos estados psico-físicos distintos.

Si la luna está llena, creciente, decreciente o nueva, también afecta a nuestra naturaleza, ya que si las mareas y los cultivos son afectados por el ciclo lunar lo mismo ocurre con nosotros. Por ejemplo, los días de luna llena estamos mucho más energetizados, excitados y se duerme menos horas o bien tenemos más dificultades en conciliar el sueño. El índice de humedad, la presión atmosférica, la temperatura, los vientos, la lluvia, la presencia del sol, la presencia de nubes, la calidad del aire que respiramos, todo afecta íntimamente nuestro estado.

¿Qué es lo que nos impide escuchar el cuerpo?
Entre las distintas razones podríamos decir, en primer lugar, que tiene que ver con la falta de sensibilidad. Esta falta de sensibilidad está relacionada por un lado con un incesante parloteo mental que genera un estado de embotamiento. El parloteo mental es producto de la falta de meditación, entendida ésta como una posibilidad de conocimiento propio, es decir darse el tiempo y el espacio para quedarse con uno y entender todos esos pensamientos que responden a situaciones no terminadas, no comprendidas y también darse cuenta de la mecanicidad de la mente.

También el miedo en todas sus formas es responsable de la falta de sensibilidad, éste miedo a su vez endurece, encierra y esto quita capacidad de sentir, éste se manifiesta por ejemplo, cuando tenemos un malestar físico y creemos que esto nos puede llevar a una enfermedad terminal, y esto a su vez se ve exacerbado por la actitud que tiene la medicina convencional de funcionar a través de generar temor en las personas. Sucede, en general, que si una persona con un dolor de estómago va al médico, éste primero que nada le manda a hacer una serie de estudios los cuales dan cifras. La lectura de estas cifras se dan en función de promedios donde se leyeron a unas ciertas cantidades de personas, pero fuera de éstas existen otras tantas que tal vez funcionen bien y no responden a esos parámetros. También aquí existen intereses creados ya que muchos laboratorios medicinales pagan cifras muy grandes para que los parámetros sean de tal forma como para vender más de ciertos medicamentos. Determinar, por ejemplo, que el índice de colesterol sea tal, que haya que vender más medicamentos que ayuden a bajarlo.
Volviendo a la persona con dolor de estómago, ésta sale de su médico con una serie de medicamentos para aliviar su estado, eliminar el síntoma y además con el temor de que si no lleva adelante este tratamiento puede desembocar en algo “peligroso”. Este accionar genera insensibilidad, en primer lugar porque se actúa a partir del miedo, se bloquea la posibilidad del organismo de expresar su sentir a partir de una descarga necesaria, es decir, se insensibiliza al no dejar salir las toxinas que están pidiendo ser eliminadas, y estas toxinas son producto tanto del cuerpo como de la mente. En segundo lugar se está ingiriendo una serie de medicamentos, que por su misma química y las contraindicaciones que tienen, insensibilizan los órganos, alteran la calidad de la sangre y la claridad del pensamiento.

Empezar a escuchar el cuerpo sería estar atento y perceptivo al síntoma, descubrir el miedo que hay atrás de toda sensación de malestar, con lo cual probablemente más del 50% de los síntomas desaparecerían. Tomar medicamentos para eliminar el síntoma significa eliminar la posibilidad de entender, comprender todas las motivaciones subyacentes que hay detrás de toda manifestación física. También es importante buscar la información necesaria acerca de cómo resolver malestares, investigando uno mismo a través de una bibliografía adecuada, de profesionales responsables que ayuden a prevenir y trasmitan conocimientos como para generar la independencia. Es importante también no derivar a otro la responsabilidad sobre nuestros problemas físicos y psicológicos, es decir poner interés en aprender y dar posibilidad de ir siendo uno mismo su propio curador.

Jung decía: "La enfermedad es la expresión que tiene el cuerpo de mostrar lo que la mente no ha llegado a comprender".

Estas manifestaciones están sustentadas en una forma de ser y de funcionar frente a la vida, por lo tanto en lugar de actuar sobre el síntoma, lo importante es poder cambiar la forma de actuar, de funcionar, con lo cual los síntomas desaparecerían.
Es aquí dónde la meditación tiene su validez, ya que permite llegar a la raíz de nuestros conflictos y esto permite cambios naturales, profundos y sustentables en el tiempo, que fortalecen a la persona.

Meditación

Hoy existe lo que se llama una “Nueva Medicina”, que intenta curar por medio de la meditación y de los elementos que la naturaleza ofrece a través de la nutrición, la actividad física, el contacto con el aire, el fuego, el agua, la tierra y la capacidad de vivir creativamente. Existen muchas evidencias al respecto, dónde se ha podido comprobar la capacidad curativa de la meditación y de estos elementos.

Esta manera de cambiar, producto de la comprensión que tiene que ver con el no esfuerzo y con la no lucha dan lugar a una vida plena, con paz interior y libertad.
Sensibilidad, fortaleza, humildad, coraje y fundamentalmente un gran interés en generar un cambio es la conjunción necesaria para que lo anterior sea posible.

Esa es la belleza de la vida.

Autores: Liliana Racauchi y José Bidart - Las Dalias, Posada y Centro de Terapias Naturales Ecológico - www.spa-lasdalias.com.ar
Aportado y editado por: Lucas Schab - Kuyen Alimentos Naturales